HOY CUMPLO 9 MESES DE SER MAMÁ



Este mes en particular lo considero muy significativo, pues después de pasar 9 meses con mi bebé en mi pancita, ahora tengo 9 meses con él en mis brazos. 

Los primeros 9 meses con él en vivo y en directo me han cambiado muchísimo, han hecho que saque lados de mí que no sabía que tenía, han hecho que vea las cosas diferentes, han hecho que deje de ser egoísta. Me sorprende cómo ha cambiado tanto la vida en la misma cantidad de tiempo.

En este último mes recibí los abrazos más lindos del mundo. Cada vez que me acuesto en mi cama junto a Leo, el voltea en automático hacia mí y pone sus bracitos alrededor de mi cuello. Antes lo había hecho un par de veces, pero este mes se caracterizó porque siempre lo hace; él me espera con los brazos extendidos a que me recueste junto a él para abrazarme y después esboza una pequeña sonrisa.

Me quedó más claro lo necesario que son los brazos de mamá y papá para un bebé. Cuando salimos a caminar con los perros, si llevamos a Leo en su carreola, él lleva cara de disgusto y no parece disfrutarlo, pero ahora que comenzamos a cargarlo con una mochila, él va curioso viendo a su alrededor y disfrutando la vista. Portearlo ha servido para calmarlo al sentirse cerca de nosotros.

Aprendí que debo seguir mi instinto, debo confiar en mí misma y dejar de estresarme por todos los comentarios alrededor. Mi bebé es quien mejor me dirá cómo van las cosas. 

Este mes me ha quedado más claro que cada bebé tiene sus propios tiempos, no hay necesidad de apresurar nada, al final harán eso que tanto esperamos de una forma u otra. Me he detenido a pensar: por qué tener tanta impaciencia de que haga esto o aquello si apenas tiene unos meses de vida? Yo tengo casi 34 años y aún me falta mucho por aprender, no sé por qué la necesidad de tener prisa con un ser humano tan pequeñito.

Cachetadas, jalones de pelo, pellizcos, he ido aprendiendo a esquivar estas nuevas formas de comunicación de mi hijo. Se ha asomado el primer dientito de Leo, ya he sentido unas leves mordiditas que me asustan un poco por lo que viene.

Por qué nadie me avisó de los pañales explosivos? Leo acaba de comenzar a mostrar interés por la comida y realmente han sido probaditas lo que acepta, pero ya van un par de veces que con esas pequeñas cantidades de comida tuvo para mostrarme esa nueva modalidad de sorpresa fuera de su pañal.

Aprendí que debo lavar los baberos de Leo inmediatamente después de que termino de darle sus papillas (al menos echarle agua y quitar restos de comida), pues si no lo hago en el momento después es muy tardado lograr limpiarlos completamente.

También aprendí que debo tener un forro para los carritos del mercado donde pueda sentar a Leo, si me descuido un segundo el bebé babea lo que alcance (ya compramos este forro).

He aprendido que las risas son la mejor solución para calmarme a mi y a Leo cuando los dos ya estamos algo desesperados. Si él se priva porque no quiere que lo acueste para cambiarle el pañal, sólo debo hacerlo reír para aligerar las cosas. Eso lo hace sentir bien a él pero mucho más a mi, me hace volver a mi modo de mamá paciente.

Todavía me falta mucho por aprender, apenas llevo 9 meses de ser mamá.




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