LAS DUDAS DE LA MATERNIDAD



Mi hijo está comenzando a pararse por sí solo y a caminar agarrado de su andador. Aunque realmente se detiene de cualquier cosa que tenga ruedas y comienza la carrera diaria.

Esto ha hecho que comience poco a poco a dejar de verlo como un bebé. 

Y ahí, al darme cuenta de lo mucho que está creciendo fue cuando un pensamiento me dejó congelada: dios santo! Soy yo la responsable de guiar y formar a una persona?

No es que no lo supiera desde que me enteré de que estaba embarazada, el tener un hijo implica educarlo, sólo que todos estos primeros meses enfoqué toda mi atención en mantenerlo con vida.

Mi preocupación siempre fue el tenerlo alimentado, en fijarme si hizo popó en el día, que subiera de peso, el ir a su cuna en las noches para confirmar que siguiera respirando, en llenarlo de abrazos y besos.

Me concentré en lo básico y por un momento dejé a un lado lo que sigue en la maternidad. Miraba como muy lejano ese día y ya siento que está a la vuelta de la esquina.

Y ahora estoy aquí, viendo cómo mi bebé está convirtiéndose en niño, es el turno de algo nuevo.

Me asusta bastante darme cuenta de que debo guiar a esa persona, de nosotros depende que sea alguien amable, respetuoso, tolerante, responsable, que defienda las causas justas.

El mundo ya está bastante caótico y yo tengo en mis manos el mandar a alguien más allá afuera que quiera hacer algo mejor.

Le tengo que dar el ejemplo! En cosas tan sencillas como en la alimentación, si quiero que mi hijo coma sanamente, tengo que hacer lo mismo. Cada día será más consciente de las cosas y no podré seguir engañándolo al decirle que mi dona de chocolate es lo mismo que le serví a él pero lo suyo se ve diferente.

Creo que me da un mini ataque de ansiedad al darme cuenta de todo esto.

Tendré que disciplinarlo, pero y eso cómo se hace? Tendré que enseñarle a diferenciar lo bueno de lo malo, pero y si no se lo explico bien? Tendré que pedirle que limpie su cuarto, pero si yo soy la persona más desordenada del universo!

Ok, otro mini ataque de ansiedad con tantas preguntas.

Si les soy sincera todo esto me asusta, seré lo suficientemente buena para este trabajo? Otra pregunta más a la lista.

Creo que esas dudas siempre existirán, lo mejor será tener algo de fé en mí y recordar que he mantenido todo este tiempo con vida a otro ser humano, algo que hace no mucho tiempo pensaba que no podría lograr.

Definitivamente la maternidad no es nada fácil, nadie dijo que lo fuera.

Tengo una gran responsabilidad sobre mis hombros y daré lo mejor. 

Me encuentro ante el reto más importante de mi vida y seguiré aprendiendo (e ingeniándomelas) en el camino hasta que me tope con otra nueva etapa en la vida de mi hijo en la que surjan nuevas dudas y en la que seguiremos aprendiendo juntos.

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