LAS ETERNAS PREGUNTAS QUE JUZGAN A LAS MAMÁS



Soy de esas personas que saben perfectamente lo que debieron contestar ante una situación después de que ya pasó. Soy la típica que piensa: debí contestar esto! Siempre tartamudeo o me quedo con la respuesta atorada a media garganta.

Ahora que me he convertido en mamá, me he enfrentado con un tipo de situaciones: con las preguntas juzgadoras (así las llamo yo). Son preguntas que aparentemente te hacen para platicar y saber sobre ti y tu bebé, pero que realmente en el fondo te están juzgando y hasta desaprobando algunas de tus decisiones. ¿Saben a cuáles me refiero?

El propósito de este post no es quejarme ni nada por el estilo, sino desahogar un poco mi alma escribiendo lo que me hubiera gustado contestar y decirme a mí misma "que buena respuesta Rebecca!" aunque realmente sólo yo lo sepa.

Me llegué a topar con preguntas como estas:

Situación 1: mientras le daba pecho a Leo
Pregunta juzgadora: ¿Y todavía te sale leche?
Respuesta real: Si
Respuesta imaginaria: Pues ahorita estamos en la fase de jugo de naranja, espero pronto pueda salirme jugo de manzana para variarle un poquito.

Situación 2: Una noche Leo no se quería dormir y estaba muy malhumorado mientras estábamos en una reunión donde habían varias personas y había mucho ruido.
Pregunta juzgadora: Oye Rebe, ¿y que nunca le hiciste a Leo una rutina para dormir? (viéndome con cara de que por qué no controlaba a mi hijo)
Respuesta real: Pues si tenemos una rutina, sólo que Leo no siempre quiere dormir y con el cambio de hora entre donde vivimos y aquí pues anda un poco desajustado, aparte el ruido no lo deja arrullarse porque generalmente se duerme en silencio y con luces apagadas (todavía yo dando una explicación completa)
Respuesta imaginaria: Si tenemos una rutina muy estricta, sólo que me gusta ver que mi bebé esté llorando histéricamente porque sí.

Situación 3: En otra reunión
Pregunta juzgadora: Y, ¿sólo se llama Leo?
Respuesta real: si, es quisimos ponerle un nombre corto porque nuestros apellidos son muy largos. Aparte mi esposo y yo tardamos en ponernos de acuerdo y ese fue el nombre que nos agradó a los dos (de nuevo yo dando toda una explicación detallada).
Respuesta imaginaria: Si, ¿por qué la pregunta?

Situación 4: Otra reunión
Pregunta juzgadora: ¿Y para cuándo el hermanito? Es mejor si te los avientas seguidos y así después ya no batallas. Además, ya casi tienes 34 años.
Respuesta real: No sabemos aún, espérame tantito a que me acostumbre a tener uno! apenas estoy durmiendo más horas seguidas y estoy logrando por fin una rutina durante el día. Si estuviéramos cerca de la familia quizás nos animaríamos más pronto  (ok, ¿qué me pasa que le doy explicaciones a todo mundo?).
Respuesta imaginaria: ¿me vas a ir a ayudar a cuidar a dos niños mientras estoy sola en casa todo el día? ¿qué me quieres decir con que ya tengo 34 años?


Estos son sólo algunos ejemplos del tipo de preguntas que son el cuento de nunca acabar.

Alguna vez alguien me dijo que la gente siempre tendrá algo que decir y que de mí dependía el cómo me tomaba las cosas; creo que es cierto, pero también sería bueno que las personas fueran más empáticas y no juzgaran con tanta facilidad.

Por ahora me tomaré las cosas con humor, imaginando lo que la Rebecca del pasado debió contestar.

¿Les han hecho este tipo de preguntas juzgadoras? ¿Cómo las toman?











Comentarios

Entradas más populares de este blog

Hace 1 año me enteré de que sería mamá

HOY CUMPLO 1 AÑO DE SER MAMÁ

Me convertí en la mamá del bebé que llora en un restaurant