UNA MAMÁ TATUADA




Una mamá con tatuajes es lo mismo que cualquier otra mamá, sólo que ella ha querido decorar su cuerpo de una forma distinta.

Está llena de dibujos que le recuerdan su pasado, o quizás de un presente que eligió llevar marcado en ella.

Una mamá tatuada no debería ser mal vista, tachada de inmadura o criticada porque su aspecto no está de acuerdo a la forma "apropiada" para una mamá, si no todo lo contrario.

Ella sabe bien lo que quiere y está tan segura de sus decisiones que se compromete de por vida a llevar ese recuerdo en su piel y lo porta con orgullo. 

Le trae a la memoria todo lo que ha vivido hasta llegar a lo que es hoy, a sentirse satisfecha por las experiencias que ha atravesado. O quizás, quiere celebrar su nueva perspectiva de ver la vida en forma de coloridas marcas.

Una mamá tatuada le demostrará a su hijo con su vivo ejemplo que no debemos catalogar a las personas por su apariencia, que debemos de quitarnos muchos prejuicios.

Sin importar si son tatuajes con un significado o sólo una bonita imagen, todos sirven para que las pequeñas manitas regordetas de tu hijo los recorran con curiosidad, como si estuvieran siguiendo el mapa de un tesoro o quisieran dibujar sobre ellos.

Porque al final, con tatuajes o sin ellos, todas amamos a nuestros hijos igual.

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